A 4 km de la ciudad de Nasca (15 minutos) se encuentra uno de los Acueductos construido por la cultura Nasca y que sigue funcionando hasta hoy. Esta obra demuestra sus avances en ingeniería hidráulica que debieron significar un gran esfuerzo físico, técnica y organización de sus «ingenieros hidráulicos».

Construyeron más de cuarenta acueductos, que se limpiaban por medio de unas construcciones llamadas ojos de agua (puquios), todo esto para poder tener agua todo el año, y así poder desarrollar una agricultura sólida.

Otros acueductos son: Anglia, Ocongalla, López, Pangaraví, Ocaña, Matara, Uchulla, Tejeje, Bisambra, Aja, Curve, Llícuas, Soisnaguito, Copara y la Achirana.

Para hacer los acueductos se utilizaron lajas y troncos de madera de guarango que han resistido el paso de los siglos. Primero cavaban varios pozos ubicados a 20 ó 50 metros unos de otros hasta que encontraban la napa acuífera y luego se conectaban con otros canales subterráneos. Este sistema filtraba el agua del subsuelo y lo llevaba hacia las reservas de agua desde las cuales se irrigaban los valles.